martes, 16 de septiembre de 2008

300 hasta ChefChauen

En este caso la carretera está más o menos donde pone el mapa. Pero es la que discurre paralela la que está abierta al tráfico.
100 kms. a Ketama. Es como una estación de invierno, con cedros.
Con muchos cedros formando bosques que huelen muy bien -no, nada de desierto-, en realidad parece más que estemos en cualquier sierra del continente de arriba.
Yo ese día tenía que trabajar un ratito. El morabito aprovecha para hacer amigos con gente que para en la misma curva que nosotros: - 1.000 Kgs.? 2.000? Donde quieras amigo! Tengo muchos amigos en Madrid! - Da igual de dónde digas que eres, siempre tienen amigos allí.
Nos dejan dos teléfonos: el de Abdul - *6*3*5*21 y el de Laarby: 06L736L78, si pasas por allí te dejan su casa, su cena, su material...
Ahora sí que estamos altos. Pasamos por Bab-Berret. La gente camina entre los coches, un auténtico caos. Y gritan - Niña buena! Niña Buena, mira! Pero la verdad es que no lo disfruto, no quiero dar a nadie en el codo, ni con el retrovisor, ni que nadie se choque conmigo, ni me atropelle, ni quiero mirar ni hablar con nadie...
Para mi, Bab-Taza es más de lo mismo, esquivando el caos, y sobre todo, sin poner los pies en el suelo (una tiene su orgullo) y haciendo fotos :P !
A lo lejos se ve un lago, definitivamente, tengo que hacerme a la idea, por aquí no hay desierto. El paisaje cambia en cada etapa, hemos dejado atrás los bosques y el frío (bueno, tampoco tanto) de la altura y ahora todo cambia por completo.
Trescientos kilómetros de allí, llenos de curvas, gente en la cuneta, baches, coche en carril contrario, no son como los de aquí. Los colores de las carreteras en el mapa son pura casualidad. Ponen la señal de prohibido adelantar al principio de la carretera y nunca hay una de que se pueda. Pero lo hacemos.
Por fín llegamos. Supongo que si hubiéramos tenido ocasión de entrar en un garito a por bebida y un pincho de tortilla habría sido más fácil, pero el Ramadán es así.
El Hotel Parador de Chefchauen está bien, pero a la izquierda hay un pequeño hotel para ir enamorado... pasamos de moñerías y nos probamos la medicina buena bereber.

1 comentario:

lunagua dijo...

Hola preciosa !!

Desde la Estación ... donde ya no puedo volver a ir xD

El camarero me echó, rompí la cerveza en el suelo y al salir salió a decirme que era una anormal y que no volviese nunca más.

Me sabe mal porque tengo que devolver un palestino, pero mejor anormal que normal dados los tiempos que corren y desde luego mejor normal que subnormal como ese camarero creído :)

Besos guapa ! Gracias por la visitilla está guapísimo el blog motera que en el bar de moteros de San Miguel aun no me han baneado juas nos vemos !